RECICLAJE DE RESIDUOS ELECTRONICOS ESTA FRACASANDO EN COLOMBIAEl Ministerio de Medio Ambiente está promoviendo la devolución voluntaria de teléfonos celulares, computadores, neveras y otros aparatos electrónicos; sin embargo Colombia se ve rezagada en este programa y enfrenta un potencial riesgo ambiental.
Según el Ministerio de Comunicaciones, en Colombia hay cerca de 35 millones de teléfonos celulares abandonados o en desuso, pero apenas 531.804 celulares han sido recogidos en los últimos dos años y en lo que va del 2009 la cifra no superaría los 17 mil.
Un convenio de cooperación entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad de los Andes proyecta para los próximos años la vida útil de un celular sea de dos años por la innovación de la tecnología y la facilidad de acceder a reposiciones anuales, lo que aumentaría exponencialmente el número de residuos de teléfonos en el país.
Un teléfono celular en sus componentes y batería contiene arsénico y cadmio, componentes que conllevan riesgos para la salud humana, ya que producen enfermedades respiratorias y cutáneas o pueden ser cancerígenos, además son químicos que representan un alto riesgo para el medio ambiente.
En cuanto a computadores la situación no es más alentadora, de acuerdo con el Instituto Federal Suizo de la Prueba e Investigación de materiales y Tecnologías se estima que cada año Colombia produce un promedio de nueve mil toneladas de residuos de computadores, monitores y componentes.
De acuerdo a lo anterior, el organismo internacional, proyecta que Colombia podría acumular hasta 140 mil toneladas de residuos en los próximos cinco años, si no se avanza en una gestión efectiva para su aprovechamiento.
COLOMBIANOS NO SE COMPROMETEN CON RESOLUCION DE LOS PROBLEMAS AMBIENTALES
Aunque reconocen su culpa en esta problemática, le dejan las soluciones al Estado.
Aunque hablar de ecología está de moda; a pesar de que el interés por lo verde crece como la espuma y se nota entre empresarios, en la televisión y entre los jóvenes, el 67 por ciento de los colombianos aceptan ser los causantes de los principales líos ambientales del país. Sin embargo, sólo un 37 por ciento estaría dispuesto a realizar acciones en favor del medio ambiente si alguien se las enseñara.
Y a pesar de que está comprobado que esas acciones individuales, como no botar basura, sembrar un árbol o ahorrar agua, contribuyen al bienestar de un río o de los ecosistemas que nos ayudan a mantener nuestro estilo de vida -más aún si esas actividades se reproducen entre muchos habitantes-, una mayoría piensa que la preservación de la naturaleza "es problema de otro".
Más exactamente, del Estado, según el 63 por ciento de los ciudadanos.
Por último, hay poco interés en uno de los temas de los que más se habla: el reciclaje.
La gente no sabe cómo ejecutarlo. Pero también hay otras excusas para no practicarlo: la falta de tiempo y la pereza.
Un detalle. Aunque el 81 por ciento de las personas conoce el daño que hacen las bolsas plásticas, sólo uno de cada tres ciudadanos hace algo para disminuir su uso, como reutilizarlas o reemplazarlas por una de tela.
La comunidad percibe que el medio ambiente está en una situación entre regular y mala.
Y aunque se reconoce a Colombia como un país rico en recursos, sólo el 4 por ciento sabe algo que está estrictamente relacionado con ese hecho: que la ONU declaró el 2010 como el año de la biodiversidad.
Gente no ahorra por inconsciencia
76 % de los usuarios piensa en evitar el desperdicio del agua potable.
Pero, para la mayoría, esas acciones están atadas, más que a una consciencia ambiental, a un interés por obtener alguna disminución en el pago de este servicio.
73 % es consciente de que la energía escasearía dentro de poco tiempo.
El 75 por ciento de los ciudadanos confiesa que realiza algunas acciones para ahorrar energía. Sin embargo, como sucede con el agua, la única motivación es reducir el valor de las facturas de consumo.
80 % dice que la contaminación del aire depende del uso de automóviles.
El 71 por ciento dice que la polución es responsabilidad del sector industrial. El 98 por ciento de los consultados considera que la mala calidad del aire es otra de las amenazas de la salud en las ciudades.
32% ha oído hablar de Sistemas de Gestión Integral de Residuos.
La capital que lidera las cifras sobre manejo de la basura es Medellín, donde el 78 por ciento la clasifica y la recicla. La siguen Cali y Bucaramanga. Para el 43 por ciento de los ciudadanos, la separación de basuras depende de que las empresas de aseo de las ciudades las manejen adecuadamente hasta su disposición final.
Fima lidera educación ambiental
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